ERASMO DE RÓTTERDAM (holandés, siglo XVI, 1468 - 1536)

Era sacerdote, pero nunca ejerció. Se educó en las escuelas de los Hermanos de la Vida Común en Deventer. Es muy importante, ya que lleva a su máxima expresión el ideal del humanista. Es muy pacífico, pero se ve envuelto en muchas disputas.

Discutió con Lutero sobre si el hombre tiene libre albedrío o está predestinado. Escribe la “Philosophia Christi” o sea, la “Filosofía de Cristo”. Esta es una manera muy intelectual de concebir la religión, y no llegaban a la gente sencilla porque son muy elevados, cuando en realidad es un error, porque Cristo no es solo filosofía. Esta filosofía muestra los siguientes puntos:

· La religión debe ser interior y no formal: no basta con ir a misa o rezar, sino que tiene que hacerse en sentido profundo e íntimo.

· La religión debe ser sencilla: o sea, con menos ritos. En este sentido, Erasmo fue un reformador de la Iglesia, porque quiere menos ritualismo. En realidad, la mejor manera de expresar la reverencia a Dios es con ritos, no usando cualquier lengua o postura.

· La Biblia debe ser leída directamente: deben ser traducidas a todas las lenguas para que la gente sepa lo que dice el evangelio, y no solo lo que dicen los oradores.

· Énfasis en la conducta y en la moral: se debe imitar la vida de Cristo, porque la conducta es el reflejo de la religión. La moral existe en todos los hombres, sean o no religiosos, ya que ésta tiene fundamentos en la naturaleza humana.

· Crítica dura a los clérigos: los critica fuertemente. Hoy día, en cambio, no es así.

· Sostiene que los clásicos antiguos anticiparon a Cristo: entre lo clásico y la religión cristiana no hay contradicción. Es con la religión que se lleva mejor, porque está más cerca de ella, ya que al menos los griegos se preguntaron por el Ser.

Además, Erasmo se opone a un cierto paganismo que ve en la pintura italiana, para él no debería realizarse. Como por ejemplo “El nacimiento de Venus” de Boticelli, donde se trasfigura la imagen de la virgen en una diosa pagana.

Un punto central de la teoría de Erasmo es el optimismo frente al ser humano, diciendo que el pecado original fue un acto de libertad, tras el cual fue castigado con el trabajo, dolor y muerte. Pero más tarde vino Cristo y borro el pecado original dando su propia vida, y por lo mismo nos bautizamos. Reparó el pecado y se restauró la gracia que es la comunicación con Dios y el libre albedrío que nos permite ser activos y contribuir a nuestra salvación.

Como contrapunto, tenemos la postura de Lutero, que dice que el pecado original dañó la naturaleza humana para siempre. Dice que los hombres siempre eligen el mal y no pueden elegir el bien. En el protestantismo no se recupera la gracia y por lo mismo se superan los sacramentos. Hay una visión pesimista.

Esta polémica entre Erasmo y Lutero se hace real cuando éste último publica su primera obra en 1520 donde dice que Dios salva a quien quiere y no porque haya un mérito en el hombre. Luego Erasmo responde con su obra “Del libre albedrío” en 1524 donde plantea que las obras sí sirven para salvarse, o sea, que la naturaleza humana es buena en el fondo, porque el pecado no la destruye definitivamente. Más tarde Lutero publica “El albedrío humano es siervo de Dios” en 1525.

Ambas obras tuvieron mucha influencia, debido a que se pudieron imprimir por la invención de la imprenta de Gutenberg, alemán, cerca de 1450.
Otras obras son: “Enchiridion militis christiani”, o sea, “El Manual del caballero cristiano”, donde se plantea que debe hacer el cristiano para alcanzar la salvación. “Encomium Moriae”, o sea, “El elogio a la locura”, publicado en 1509 y dedicada a Tomás Moro.