jueves, 29 de noviembre de 2007

SIGMUND FREUD (austriaco, 1856 – 1939)


Este hombre de origen judío checo, desde muy joven se dedicó a la medicina. Estudió neurología que en la época incluía las enfermedades mentales y la psicología. Cuando llega a Viena cree que sabe la razón de la locura.

Hay que hacer notar que la histeria se divide en dos: en neurosis que es un trastorno leve de la conducta como los medios, las fobias y los rechazos que todos tenemos, y la psicosis que es un trastorno más fuerte y profundo donde se pierde la noción de la realidad, es decir, son los locos. Antes de Freud se pensaba que estas personas estaban malditas, “ojeadas” o poseídas por el diablo, ya que no había una razón que explicara su locura. Vivían en la “casa de orates” donde los pocos tratamientos que existían eran muy duros, se les trataba muy mal. Freud dio algunas charlas claves sobre nuevas razones de la locura.

En 1899 publica “Interpretación de los sueños” donde plantea que el hombre tiene varias dimensiones. Una de ellas es la del conciente, que es la de los sentidos; otra es la del inconciente que no se puede abordar de buenas a primeras, ya que la persona no sabe que tiene esa dimensión. Esta dimensión, viene de las experiencias vitales sobretodo de la niñez que van a determinar la personalidad de la persona. Lo que la persona rechace en la niñez lo enviará al inconciente, de donde surgirá en cualquier momento años después. Además hay otras dimensiones como el subconsciente y un preconciente que contienen cosas que ni siquiera recordamos.

Según Freud, el hombre pasa por distintas etapas que son:

1) Fase oral: Es la etapa de la guagua, del niño, donde no habla, no come, no se mueve, por lo que hay que criarlo y donde su primer contacto con el mundo lo tiene por la boca, porque mama, siendo ésta su primera manera de conocer. Esta etapa dura 2ó 3 años. En ella, poco a poco van usando los sentidos en un proceso lento, y van integrando experiencias e imágenes que si son malas se envían al subconsciente.

2) Fase sádico-anal: En esta etapa el niño se da cuenta que hay una excreción en los procesos digestivos que comienza a controlar. Freud lo llama perverso polimorfo. Así, comienza a experimentar placer en la defecación y en la micción y a usar esto como una manera de manejar a sus padres. El niño comienza a controlar su experiencia vital llamando la atención de sus padres y dominándolos mediante el llanto.

3) Fase complejo de Edipo y de Electra: En esta etapa se descubren los órganos vitales. La mujer se da cuenta que es distinta a la mujer y se siente castrada porque no tiene aparato reproductor masculino, al mismo tiempo que el hombre se siente superior por tenerlo, de lo que deriva el machismo. Así, el niño se fija a la madre, porque es su centro de amor que lo cuidó y protegió, y al hacerlo comienza a desarrollar la libido, o sea, el impulso sexual, comienza a tener un sentimiento de posesión que incluso lo lleva a sentir celos de su padre viéndolo como un rival, lo que afirma su sentido masculino. Por su parte, en la mujer se da el complejo de Electra, donde comienza a ser mucho más sumisa y a fijarse en el padre.

Este hecho puede llegar a la homosexualidad, cuando se fijan demasiado en su padre o en su madre, o cuando éstos no están. Dentro de esto, también se baraja una predisposición genética que lleva a ser homosexual, tal como ocurre con algunas enfermedades como el cáncer, aunque no está comprobado. Todo esto determina la formación psíquica de la persona.

4) Fase de la pubertad: En esta etapa los órganos sexuales crecen y se desarrollan. Para Freud, el impulso sexual es el que dirige todo el proceso, el que mantiene la especie y el que permite la reproducción.

Las ideas de Freud siguen desarrollándose, surge el “yo”, el “súper yo”, etc., pero al final dice que solo hay dos impulsos que disputen en el interior en el hombre: la libido (Eros) y la muerte (thanatos).

Además desarrolla la técnica del psicoanálisis, donde el médico intenta sacar del inconciente los factores que neurotizan o vuelven loco al hombre.

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