viernes, 30 de noviembre de 2007

FRANCESCO PETRARCA (Arezzo, Italia, siglo XIV, 1304 – 1374)


Es el primer humanista. Nace en Florencia, hijo de un funcionario papal de Avignon que muere a los 70 años. Vive la peste negra, el cisma de Avignon y por lo mismo ve con angustia el siglo en el que le toca vivir. Es un hombre muy culto y llevaba una vida muy intelectual. A pesar que no era clérigo, recibía cargos menores.

Admiraba a los grandes sabios de la Roma clásica, engrandeciendo la época antigua y quejándose de su época, pero a veces exageraban. Incluso escribía cartas a los antiguos sabios.

Esto hace que vaya surgiendo la idea que entre la Antigua Roma que termina y la época de Petrarca hay un período de oscuridad al que comúnmente se le llama edad media.

Luego todos los humanistas posteriores hacen lo mismo, como Leonardo Bruni (italiano, 1369 – 1444), Florentino y Lorenzo Valla (italiano, 1406 – 1547). Éste último era experto en latín y escribió “De las elegancias de la lengua latina”.

Éste tuvo un amor platónico. Su antecesor, Dante Aliguieri estaba enamorado de Beatriz (La Divina Comedia) y él se enamora de Laura que también era casada con el Marqués de Sada y que muere de peste negra. Esto lo hace inventar el soneto para ensalzar su amor. Éste es una forma de poesía de 14 versos divididos en 2 cuartetos y en 2 tríos. Antes no existía la división. Las estrofas salieron de los cantos litúrgicos. Esto, desarrollar una temática en 14 versos, es muy complicado para el poeta. Además era un descriptor de la naturaleza, del paisaje. Él siguió siendo católico, pero condenaba su siglo y añoraba el pasado. Fue un viajero incansable que dejó su huella literaria por todas partes, sobretodo por medio del llamado petrarquismo, nuevo estilo de poesía amorosa.

HUMANISTAS EN FRANCIA

Buscaron traducir la Biblia para llegar a lo que realmente dijo Cristo.

LEFEBRVRE D’ ETAPLES

FRANCOIS DE RABELAIS: es autor de novelas satíricas. Era un clérigo, pero igual se ríe de las costumbres piadosas y ridículas de la muchedumbre.

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