Todos los avances anteriores hacen que Europa domine sobre los 5 continentes por medio del comercio y de la exportación tecnológica. Europa impone todo un modo de ser, el burgués europeo va naciendo y comienza a participar en la belle époque, ya que no solo es el triunfo de la aristocracia.

Además se va extendiendo la educación, ya que la educación primaria comienza a ser obligatoria, lo que hace que muchas más personas sepan leer y escribir a finales del siglo XIX, ya que la cultura oral no basta para sobrevivir en un mundo tan tecnológico como el del siglo XIX. Además lo pastoril y lo rural va desapareciendo poco a poco.

En esta belle époque también se da un gran desarrollo cultural, como por ejemplo con la ópera de Claudio Monteverdi, que en el siglo XIX se hace mucho más popular. Nacen también sustitutos de la ópera como la opereta (ópera más corta y cómica), la zarzuela (opera española más corta y cómica donde el público canta) y el vodevil (especie de café concert actual francés). En ésta última se dio una serie de números bailables y orquestables como por ejemplo el Moulin Rouge, pero nunca se llegó al nudismo del siglo XX. Además había una gran vida nocturna en pubs, bars, y también mucho baile como la polka, la polonesa, el vals, etc.

Es una época agradable, de triunfo, en la que se solucionan problemas se salud, de alimentación, etc., y donde hay un optimismo en el hombre, sin embargo, al mismo tiempo surgen nuevas enfermedades. Además, la tecnología va creando nuevos avances y además, lamentablemente, armas de destrucción. En este contexto, la mentalidad del hombre va formando y buscando ideologías. Las grandes capitales eran Londres con el dinero, París con la frivolidad y el arte, Viena y Berlín con la ciencia. En esta época, Estados Unidos comienza a surgir como potencia en 1823 con James Monroe cuando promulga la doctrina Monroe de “América para los americanos”.