viernes, 30 de noviembre de 2007

MISTICISMO

Ésta es la búsqueda de Dios al interior del alma de cada uno. Se trata de hacer una retrospección, no de buscar en los demás. Hay una meditación, una contemplación.

La mística católica (Islam, catolicismo, judaísmo) no puede separar al individuo de la comunidad, no se puede aislar y separa del prójimo. En cambio, en la mística oriental, ellos se iluminan, no el resto, o sea, importa lo propio, no el prójimo. En Oriente se llega al Nirvana y se pierde la identidad, pero en occidente no se pierde, jamás se perderá. Se es individuo para siempre y no se tiene origen divino. Por lo mismo, es un hecho individual. Es muy extraño que se dé de manera colectiva, ya que no es propio de la mística. Todo esto porque se trata de un encuentro personal por Dios, de algo muy privado.

Las etapas del misticismo son:

· Purgación: o sea, limpiarse. Vencer lo que el cuerpo pide, controlarlo.

· Purificación: se refiere a controlar la voluntad. No anhelar ser poderoso, ni apabullar a nadie. Solo desear a un Dios que está en mí, pero que no soy yo.

· Iluminación: dominar la mente, ya que esta también debe estar dispuesta a realizar ese proceso.

Si se logra controlar cuerpo, voluntad y mente, se da el fenómeno de encuentro con Dios. Se provoca una unificación. La mística consta de estas 3 partes que llevan a una paz interior y a la liberación del mal. Además se producen estados de exaltación. La persona realmente se eleva. Muchos místicos pueden levitar, ayunar o no dormir por largos períodos, leer la mente de las personas y predecir el futuro. Al aproximarse a Dios, Éste lo saca del espacio y del tiempo, e incluso las personas pueden tener estigmas como San Francisco de Asís y el papa Pío que eran verdaderos místicos.

El misticismo no se debe confundir con la histeria colectiva o con una imaginación muy fuerte, ya que éstas sugieren y sugestionan, como sucede con grupos de personas que creen ver la aparición de la virgen en todos lados.

La posesión diabólica y el erotismo místico no es misticismo, ya que en éstos prima lo material, no lo espiritual.

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