jueves, 29 de noviembre de 2007

IDEOLOGÍAS

En el siglo XX, toda la filosofía, religión, ideas políticas y económicas, etc. se reemplazaron y redujeron a un conjunto de ideologías. La ideología es un conjunto de ideas sencillas, fáciles de entender y memorizar que tienden a darle al hombre una cierta idea de sociedad completa. Éstas están dirigidas al hombre masa y por eso son simples. Cuando hablamos de hombre masa nos referimos al ciudadano indeterminado, al hombre gris que no se destaca en nada y que lleva una vida anónima sin gran educación. Este hombre es definido como el producto de la revolución industrial.

La ideología se aprovechó de ese hombre masa para lograr sus objetivos, por lo que rebaja la cultura al nivel del más simple, o sea, “iguala por abajo” y no por arriba como debiera ser. Estas ideologías tienden a cubrir todos los aspectos de la vida, de la cultura, de la política, de la religión, de la jerarquía social, de la moral, de las costumbres, etc. Es un sustituto de todo lo demás reemplazando las ideas elaboradas por la ciencia por unas ideas menos elaboradas, es por esto que trabajan con slogans que son consignas como por ejemplo la “revolución en libertad”, la “revolución silenciosa” o la “revolución conservadora”, donde los mismos términos cambian de sentido desvirtuándose con el uso que le dan los ideólogos.

Las ideologías y sus consignas tienden a ser dialécticas, chocan entre ellos, ya que el siglo XIX heredó al XX esta dialéctica que permanece hasta el día de hoy, como se ve con los lumpen que son grupos que se sumergen en los desfiles.

Estas ideologías tienden a ser revolucionarias, ya que se han impuesto por revoluciones como la revolución bolchevique de 1917 en Rusia, como la llegada del poder nazi en Alemania donde Hitler da un golpe en 1923 tratando de tomarse el poder en Munich, y aunque el intento no resultó, finalmente llegó al poder por medio de elecciones en 1933.

La revolución – concepto nacido de la astronomía por las revoluciones de los planetas alrededor del Sol - gozó de gran simpatía en el siglo XX. Más tarde tomó un carácter político como cambio brusco. Estas revoluciones reclutan partidarios de una manera bastante comprometedora, como lo hacen por ejemplo los partidos castrista, comunista, nacista y fascista, que hacen desfiles con antorchas usando uniformes, etc. con el fin de impresionar a la masa. Así, el término revolución fue adquiriendo prestigio.

Las ideologías también tienden a ser artificiales y utópicas, ya que los ideólogos fabrican situaciones que no existen como golpes de estado, conspiraciones. Tienen a crear una sociedad a futuro utópica, como por ejemplo la sociedad nazi donde triunfaría la raza aria pura o la sociedad comunista que sería sin clases sociales.

Las ideologías tienden a convertirse en una falsa religión, ya que en la naturaleza humana está esencialmente poner su fe en algo, y así, se transforman en una verdadera religión que supone un compromiso persona, ritos, ceremonias, etc.

Las ideologías están fundadas por un ideólogo o por un grupo de ideólogos y necesita, por ende, de hombres carismáticos que tengan un extraordinario poder de convicción, como lo fueron Adolfo Hitler, Benito Mussolini, Fidel Castro, Stalin, Lenin o Mao Tse-tung. Estos hombres dirigen la ideología y guían a la masa.

Fueron muy propias del siglo XX, sobre todo las políticas. Se le han dado muchas definiciones. Una de ellas es entenderlas como un fanatismo político, no teórico, como una obsesión con dogmas políticos estrechos. Son formas políticas abstractas ajenas a la complejidad de la naturaleza humana y a la experiencia del pasado, de la historia. No cambian sus posturas como los políticos inteligentes que desarrollan el arte de gobernar, sino que niegan la política como arte, porque siguen las mismas soluciones y no se adaptan. Es una religión falsa que busca salvar a la masa creando un paraíso terrenal que no existe. Se dice que el ideólogo es un “humanitario con guillotina” porque mata a sus enemigos por el pueblo usando consignas. Las ideologías no tienen ningún valor real.

IDEOLOGÍA ECONOMICISTA

Actualmente es la ideología más importante, incluso más que la política. Hoy hay un economicismo pragmático donde la privatización lucha versus el sistema estatal. La realidad es que el Estado debe subsidiar, ya que lo privado no se preocupa por nada moral ni político, sino solo por las ganancias. En una economía de mercado el Estado ya no vela por lo que ésta deja de lado, pero al menos trata de hacerlo.

Los países ultra economicistas han dejado de lado todo lo demás, ya que solo buscan los fines económicos, y es por eso que el ámbito público debe preocuparse por ello.

La primera manifestación de la ideología en la economía es que todo se haga en base al mercado, ya que quiere que el Estado no “gobierne” como debe, sino que solo sea subsidiario. El equilibrio entre la política y la economía es sumamente difícil, pero no debe haber un dominio total de uno de ellos.

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